La interseccionalidad

El término interseccionalidad, acuñado originalmente por la feminista afroamericana Kimberlé Crenshaw, se ha ido posicionando en la última década en el ámbito de los estudios críticos animalistas, el movimiento por la liberación animal y los derechos animales como una de las categorías fundamentales para abordar, redefinir y construir las estrategias y objetivos del movimiento.

Originalmente el término se usó para  tratar de conceptualizar la forma en que la legislación respondió ante cuestiones relativas tanto al género como a la raza y el modo en que ambas cuestiones se interseccionan a la hora de analizar y enfrentarse a ambas formas de discriminación.

El concepto de interseccionalidad ha sido adoptado por el movimiento de liberación animal a partir de planteamientos o enfoques anarquistas, feministas, ecologistas, entre otros. Cuando se habla de interseccionalidad o transversalidad en el movimiento de liberación animal nos referimos a que la opresión que sufren los animales no humanos se encuentra directamente relacionada, histórica, cultural e ideológicamente, con la opresión de una parte de los humanos sobre el resto: patriarcado, homofobia, capitalismo y colonialismo quedan ineludiblemente enlazados a una misma raíz, por lo que no hay otro remedio que construir un proyecto en común a partir de alianzas políticas hacia una liberación total.

La liberación animal desde un enfoque interseccional demuestra la importancia que tiene el veganismo, en su dimensión revolucionaria y subversiva, en los procesos de liberación humana. No podemos limitarnos a entender el veganismo como una mera opción de consumo ético, o como un juego estratégico en el que priman las campañas de comunicación efectiva, e incluso afectiva,  orientadas a decantar la curva de la campana gaussiana hacia los sectores convencidos o parcialmente convencidos; tenemos que ser capaces no sólo de plantear campañas efectivas a nivel de comunicación, sino de introducir los planteamientos antiespecistas, sus categorías y modelos en los enfoques de otros movimientos sociales relacionados con la justicia social en todas sus vertientes.

El análisis y lucha contra el especismo desde una perspectiva interseccional puede abordarse con un enfoque global en el que analizaremos la relación existente entre todas las formas de opresión, pues el análisis que se ha hecho en una de ellas puede ayudar a esclarecer la opresión por cuestión de especie.

"El feminismo brinda un amplio abanico de categorías, marcos teóricos y gran cantidad de estudios interdisciplinares consolidados que ayudan a abordar la interseccionalidad en la liberación animal, sobre todo en lo relativo a la similitud entre los patrones de opresión que pueden sintetizarse en tres ejes: objetualización, subordinación y abuso"

Pero no solo el feminismo y los estudios de género son capaces de prestarnos marcos conceptuales; también la sociología y el análisis sociológico del capitalismo como sistema opresivo, o la aproximación a la discriminación especista desde la teoría queer. De hecho, el mismo conflicto existente entre el ecologismo ambientalista o biocentrista y la ética animal puede plantearse como un conflicto que resalta la necesidad de un enfoque interseccional que descentralice la visión antropocentrista y biocentrista en el ecologismo hacia un ecologismo más consolidado éticamente.

El momento justo en el que una persona reconoce la conexión entre las diferentes formas de opresión es clave para darse cuenta de que no es posible seguir trabajando si dejamos al margen de la lucha alguna de ellas. La injusticia que supone la esclavitud que soportan los otros animales a manos de Homo sapiens sapiens es la más evidente y, sin embargo, su institucionalización consigue que la sociedad humana normalice la tiranía apelando a mecanismos como la religión, la tradición o la mitificación de la naturaleza –filosóficamente superados hace tiempo- para legitimarla. Nos hacemos antiespecistas cuando reflexionamos acerca de las capacidades que otorgan derechos. La sintiencia, es decir, la capacidad de sufrir y disfrutar, confiere a todo ser que la posee el derecho a buscar su disfrute y evitar su sufrimiento. Negar este razonamiento abre la puerta a la arbitrariedad para decidir quién tiene derechos y quién los reparte.

La injusticia que supone la esclavitud que soportan los otros animales a manos de Homo sapiens es la más evidente y, sin embargo, su institucionalización consigue que la sociedad humana normalice la tiranía apelando a mecanismos como la religión, la tradición o la mitificación de la naturaleza –filosóficamente superados hace tiempo- para legitimarla

Es imposible ignorar los elementos clave que interrelacionan colonialismo y opresión animal. Las conexiones entre ambas opresiones contienen cargas semánticas, simbólicas, culturales y económicas que no pueden ser obviadas al plantearse una revisión y construcción del discurso antiespecista y la redefinición de un pragmatismo que incorpore un amplio repertorio de herramientas y enfoques orientados a ser efectivas, pero también a no ignorar esa necesidad de vincular, de construir un antiespecismo feminista, anticolonialista y anticapitalista.


"Necesitamos conquistar la cultura al mismo tiempo que planteamos cambios estructurales."

El reto fundamental es conseguir que todos los movimientos sociales se unan en su lucha contra el enemigo común. Construir una alternativa formada por organizaciones dentro del ámbito socio-político que ofrezca garantías para cuando llegue la oportunidad de transformar las instituciones. Si no trabajamos por un modelo más justo de distribución y acceso a los recursos, simplemente estaremos poniendo parches a situaciones particulares.

Necesitamos conquistar la cultura al mismo tiempo que planteamos cambios estructurales. Es imprescindible un giro en el modelo de relación que introduzca valores de justicia, libertad e igualdad. Desarrollar alternativas al sistema de educación actual será uno de los pilares fundamentales en la persecución de estos valores.

Asumir la otredad como principio hacia el reconocimiento de los derechos de todos los seres sintientes es decisivo en nuestro camino. Para ello, el igualitarismo se erige como el mejor referente para escapar del modelo actual.

Fuente : Mirada Animal

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