Mientras millones de personas se están muriendo de hambre, vastas areas de tierras en los paises pobres son usadas para ranchos de ganado o para el cultivo de grano para alimentar animales que a su vez serán devorados en occidente. McDonald's continuamente promueve productos de carne, alentando a la gente a comerla con más frecuencia, la cual desperdicia más y más comida y recursos naturales.
Los bosques más hermosos del mundo siguen siendo destruidos a un ritmo aterrador por las compañías multinacionales. McDonald's ha sido forzada a admitir su uso de ganado que engorda detras de ex-tierras fértiles, impidiendo la regeneración de los bosques. Además el uso de haciendas por parte multinacionales fuerzan a la gente local a moverse a otras areas, abandonando sus tierras ancestrales.
El metano emitido por el ganado para la industria de la carne es una de las mayores causas del 'calentamiento global'.Cada año Mcdonald's usa miles de toneladas de empaquetado innecesario, mucho del cual terminan tirado en nuestras calles o contaminando la tierra enterrados en basureros saturados.
ARRUINA TU SALUD :
McDonald's promueve sus alimentos como 'saludables', pero la verdad es que son altos en grasa, azucar y sal, y bajos en fibras y vitaminas.
Los menús de la cadena de hamburguesas están basados en la tortura y asesinato de millones de animales. La mayoria están en grandes ranchos, sin acceso al aire fresco ni al sol y sin libertad de movimiento. El tipo de explotación varía en cada país pero no deja de ser eso, explotación y asesinato. Nosotros tenemos la elección de comer carne o no, pero los cientos de millones de animales asesinados cada año no tienen elección.
EXPLOTA A SUS TRABAJADORES/AS :
Los juguetes que regala Mc Donald´s en su promoción los fabrican en China niñas de entre 12 y 17 años.
Trabajan entre 14 y 18 horas. Tienen 15 minutos para comer y cuatro horas para dormir en las mismas fábricas. Al anochecer, las trabajadoras son registradas para comprobar que no han robado nada. Con sus puertas de metal y sus barrotes en las ventanas, estos talleres parecen más un cuartel militar. Montar, empaquetar, montar, empaquetar... las 600 jóvenes trabajan como robots, sin levantar la mirada, darse un respiro o hablar entre ellas. Todas han llegado del campo tratando de salir de la pobreza y aquí están, montando y empaquetando muñecos de plástico, entre 14 y 18 horas al día, 15 minutos para comer, permisos reducidos para ir al servicio y cuatro horas para soñar. Una ruidosa sirena les devuelve a la realidad y anuncia el nuevo día mucho antes de que amanezca.
Publicar un comentario